Hoy más que nunca tengo que agradecer a Gabi, Fer y Ali el haber estado ahí en un momento difícil. Me han escuchado, comprendido y, lo más importante de todo, apoyado.
Me queda un mes. 30 días. ¿Pocos o demasiados? Eso depende de cómo sean. Comienza así mi calendario de adviento, contando los días que quedan para la vuelta, para volver a comer pucherito, arroset al forn, pernilet, arroset de pollastre i conill, arroset de marisc... qué cocinera más buena tengo en casa, eso por no hablar de mis abuelas.
Y con los últimos días llegan también los últimos viajes: Kouvola y Laponia.

Gracias a mi madre he aprendido a valorar la Navidad y, con ello, la ilusión. "Si no crees en Papá Noel/los Reyes, no vendrán". Y cómo se lo agradezco. Siempre he sido una defensora de la realidad, pero la ilusión de los niños es algo que dura muy poquito tiempo y hay que aprovecharla al máximo. Lo que más me gusta son las cenas familiares: cena de Nochebuena en casa con los tíos y abuelos de papá, comidita de Navidad con los tíos y abuelos de mamá... y la Nochevieja con esos platos tan ricos que prepararemos mamá e hija.
No pienso, ni quiero pensar, en otra cosa. Algo con lo que luchar y seguir adelante estos días que me quedan. Espero tener tiempo suficiente para acabar el informe y presentarlo a las empresas :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario