Qué tristes y feas son las navidades en Finlandia. Las luces que adornan las calles son escasas y simples. No quiero decir que en España abunde la luminosidad y sea todo muy recargado, simplemente será que estoy acostumbrada al Corte Inglés: los belenes, árboles de navidad, colores distintos cada temporada, purpurina, dorados, bolas grandes y pequeñas, estrellas...
Los centros comerciales están escasean en decoración: algún que otro reno de palitos, bolitas y lazos rojos, coronas de piñas y guirnaldas de pino. Todo muy discreto, y no me gusta.
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