... y tanto que frío, yo creo que no volveré a estar a tan baja temperatura. Al menos, si quiero seguir viva. El fin de semana en Kouvola puede resumirse de la siguiente manera: largas caminatas, lago congelado, nieve hasta las rodillas, viajes suicidas en bicicleta, hielo, pelo canoso debido a la nieve, la tienda del futuro (las de segunda mano), hesburger, colchones apilados, olor a comida india, mugre in the kitchen, Red Moon, la bici holandesa sin frenos... pero, ¿lo mejor de todo y lo más importante? La buena compañía. Gracias por este finde inolvidable que recordaremos en todas las cenas de clase. Anécdotas que siempre nos acompañarán.
David es la persona más pesimista que conozco en cuanto a frío y Finlandia se refiere. Qué asco me da esa silueta, me dan arcadas! decía cuando veía un cartel con la silueta de Finlandia. Quién me mandó a mi elegir Finlandia y venirme a este país... Yo lo veo desde otra perspectiva (también con desagrado): esto nos sirve para no volver en invierno a ningún lugar por encima del paralelo 45º. Berta me decía ayer: no te gustaba tanto la nieve, el frío...(siempre con su coletilla de "aminomegustafriends"). Sí, tiene razón, me gustaba, y me sigue gustando, pero no para vivir en ella.
Que le jodan a los países nórdicos. I want my country back. I love its weather, beaches, winters and summers, food and people. No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.
LA EXPERIENCIA del viaje, mi amol.
ResponderEliminarSabes más el diablo por viejo que por diablo
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